Bullying y Resolución de Conflictos

La escuela debería ser siempre un espacio en el que sentirse seguro. Sin embargo, para muchos niños, la escuela se ha convertido en la fuente de un tipo de violencia del que son víctimas y que ejercen sus propios compañeros, se trata del acoso escolar o bullying. El bullying es el maltrato físico y/o psicológico deliberado y continuado que recibe un niño por parte de otro u otros, que se comportan con él cruelmente con el objetivo de someterlo y asustarlo, con vistas a obtener algún resultado favorable para los acosadores o simplemente a satisfacer la necesidad de agredir y destruir que éstos suelen presentar. Hay niños que, por distintas razones, sufren maltrato físico o psicológico por parte de otros niños a través de actitudes como la represión, la discriminación, la homofobia, la violencia sexual o el castigo corporal.

Puede manifestarse por distintas causas como personales, familiares o escolares. Una causa personal podría ser, por ejemplo, la baja autoestima del acosador, sentirse superior al acosado sería una manera de suplir la poca confianza en sí mismo. En cuanto a las causas familiares, el origen de la violencia de los niños acosadores podría encontrarse en el modelo de padre agresivo. 
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Hay varios tipos de acoso escolar:

- Físico: Patadas, golpes, zancadillas, bloqueos o empujones. Es la forma más conocida de bullying.

- Verbal: Es el más habitual. Insultos, amenazas, palabras crueles, intimidación, frases excluyentes etc.

- Psicológico: minan la autoestima del individuo y fomentan su sensación de temor.

- Social: Pretende aislar al joven del resto del grupo y compañeros. Este tipo es el más complicado de detectar y suele suceder a espaldas de la víctima. La víctima es ninguneada o repudiada por sus compañeros.

- Carnal: Esta clase de acoso en la escuela se caracteriza por comentarios machistas u obscenos, por tocar a la víctima en lugares íntimos o presionar a ésta para que haga algo que no quiere. Puede causar graves problemas psicológicos y marcar para siempre las relaciones íntimas y afectivas de la víctima.

Las víctimas de acoso escolar pueden sufrir distintos efectos psicológicos negativos. Una investigación realizada en 2014 en la "King’s College London" descubrió que los efectos psicológicos negativos que sufren las personas con bullying permanecen durante 40 años después de haber sido víctima de acoso. Esto nos debería hacer reflexionar sobre el grave impacto psicológico del acoso en el resto de la vida de la persona afectada, presentando peores indicadores de su salud mental y física y un peor desempeño cognitivo respecto a los individuos que no sufrieron acoso.

Los efectos negativos en la salud física y psíquica detectados en víctimas de bullying son:

- Estrés
- Ansiedad y Depresión
- Somatizaciones
- Suicidio
- Problemas de socialización
- Problemas en el futuro laboral

El bullying es algo muy frecuente en los centros educativos, está en el día a día y necesitamos luchar contra él. Todos los centros deberían tener medidas de prevención y una pautas de actuación, en cuanto a ellas, podemos encontrar las siguientes:

- Crear en los centros escolares una cultura de atención y rechazo al acoso y la violencia escolar y a las conductas socialmente inaceptables.

- Favorecer la cultura de tolerancia cero al acoso y la violencia escolar en los centros escolares mediante la implicación activa y el protagonismo de los propios alumnos como garantes de la aplicación del programa.

- Dotar a los centros de las herramientas psicológicas necesarias para la anticipación y respuesta temprana a las conductas que generan los casos de violencia o acoso escolar.

- Implantar la evaluación periódica del fenómeno del acoso y la violencia escolar.

- Identificar tempranamente las conductas y los casos posibles de violencia y/o acoso escolar y reaccionar con rapidez y contundencia.

- Establecer un mapa de riesgo que determine el tipo de actuaciones preventivas en cada una de las Aulas. Cómo prevenir acoso escolar.

Pienso que en todos los centros se debería de fomentar el rechazo al bullying, realizando, por ejemplo, talleres y cursos dirigidos a padres y a niños, y haciendo obligatoria su asistencia. Establecer reglas para evitarlo, mantener un buzón de sugerencias y de quejas siempre abierto, tratar el tema a través de cursos, conferencias o tutorías, poner a cuidadores o vigilantes en el comedor, en el recreo, y en otras zonas de riesgo, introducir y mantener asignaturas de educación en valores, e intervenir de una forma rápida, directa y contundente en el caso de haya alguna sospecha de acoso escolar.
También, desde el aula el profesorado debe intentar concienciar a los alumnos, una buena metodología puede ser mediante actividades, juegos, películas, charlas, obras literarias, asambleas etc. y haciendo todo lo posible para que los alumnos tomen conciencia de la importancia del tema, para luchar contra esto y para ayudar tanto a los acosados como a los acosadores.

Claramente la familia es un pilar fundamental para luchar contra este elemento. Existen cursos y reuniones en las escuelas de padres y madres que pueden orientar a los progenitores acerca de lo que se puede hacer para mantener alejados a sus hijos del bullying. Se basan en reglas básicas como:

1. Preocuparse por los hijos, hablando con ellos y creando un canal de diálogo. Evitar los monólogos. Se aprende y se conoce mejor a los hijos, escuchándoles.

2. Estar pendiente de los posibles síntomas como nerviosismo, falta de apetito, insomnio, bajo rendimiento escolar o fobia escolar.

3. Controlar y supervisar las conductas de los hijos, observando qué hacen, a dónde van, con quién juegan, cuáles son sus intereses y proyectos.

4. Determinar los límites y las normas. Exigir el cumplimiento de las elementales.

5. Educar para controlar las emociones, para comportarse con los demás y para convivir con otros.

6. Observar los comportamientos, estados de ánimo y cambios en los hábitos de los niños.

En cuanto a la resolución de conflictos, todos los centros deben tener una serie de pasos a seguir, como por ejemplo:

- Definir adecuadamente el conflicto.

- Establecer cuáles son los objetivos y ordenarlos según su importancia.

- Diseñar las posibles soluciones al conflicto.

- Elegir la solución que se considere mejor y elaborar un plan para llevarla a cabo.

- Llevar a la práctica la solución elegida.

- Valorar los resultados obtenidos y, si no son los deseados, repetir todo el procedimiento para tratar de mejorarlos.












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